domingo, 30 de agosto de 2009

VEINTIDOS


Todo cambia. Cambian las estaciones, los muebles, la pintura, las personas. Ya no queda nadie aquí de los de antes. Cristina recibió una mejor oferta de otro hospital y se marcho, junto con el doctor Severiano, a atender otros corazones rotos. De los internos tampoco quedamos muchos de los de antes... Sólo tres: Yo, Yomismo y Mismamenteyo. Lo que pasa es que nuestra locura ya ha comenzado a aburrirnos. A veces nos preguntamos, en nuestras largas e interesantes conversaciones, que hacemos aquí, ejerciendo aún de locos cuando vemos que tantos y tantos abandonan, renuncian a la locura. Estamos perdiendo la fe en nosotros mismos y eso nos enloquece.


¿Sería mejor curarnos y depender de nosotros mismos, de la razón, de la experiencia? ¿Porqué el césped no es verdura a pesar de su color y tan sólo se le considera hierba? Así, con nuestras reflexiones, pasamos los tres el día a día.
Quizás dando al revés las vueltas para llegar al mismo sitio: el interior de nosotros mismos.


Infiltrado, que ha vuelto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena reflexión.

besos.

Mar y ella dijo...

Nos es un mal lugar nuestro interior,y si damos vueltas y vueltas llegando siempre al mismo punto ,no es signo de locura para mi es de total cordura.....
Seré loca yo quizás,quién es más loco quién ve elefantes rosados,por querwer sacar el gris que llevan siempre??...o aquel que siempre los ve gris como supuestamente son...???....
Eres un loco lindo....


Mariella