sábado, 20 de septiembre de 2008

QUINCE


Mi cabeza se reduce, se empequeñece, se absorbe a sí misma. Y duele de una manera constante, con forma, con insidia. Creo que por fin llegó el dia del colapso, de la aniquilación de mi mente, de conseguir la utopía de la propia desaparición. El descanso infinito. La suspensión cerebral. La sordera.

No puedo seguir con la dualidad, con la bipolaridad. Mi vida tiende a dividirse y ya casi no me distingo. La locura crece por momentos y la ansiedad de manera proporcional a ella. A veces me soy ajeno. Otras me reencuentro y me abrazo como a un amigo, con displicencia, con reservas...

El mundo gira y yo me he empeñado en dar al revés las vueltas. No consigo nada, solo el vertigo de una falsa velocidad, la naúsea, el mareo. A veces me sorprendo aleccionando a otros. A veces me escondo bajo las camas de aquellos que dicen quererme. Unas Jekill aplasta a Hyde. Otras Hyde seduce a Jekill. Pero me doy cuenta de que aunque forman parte de mi, no soy realmente ninguno de los dos. Yo soy el Autor, ellos los Actores.

Esta es la diferencia que mi enferma mente percibe. Y mi enferma mente pregunta: ¿Soy sólo yo o acaso somos tres las mentes a curar? ¿Somos los tres la misma mente o cada una es autónoma en sí misma? Es un absurdo. No hay respuesta. Y me atormenta no tenerla. Ser sin saber si existo. Ser sin saber quien vive, independientemente de quien respire.

La propia vida necesita cambios. Necesitamos morir varias veces antes de que nazca nuestro yo definitivo. Y cuando lo tenemos casi formado, casi perfecto, nos sorprende la verdadera muerte, la cerebral. Y nuestro cuerpo, sin nadie que lo guie, tiende a partirse en pedazos de dolor, sin un criterio, sin una pauta.

Y ahora voy a acostarme. como se puede observar a simple vista, no me siento muy bien

Infiltrado

Imagen: El Jardín de las Delicias - El Bosco (Central del tríptico. Entre 1480 y 1490)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy he leido: quien domina el silencio, domina la palabra.
Ud lo domina todo. Espero.
Yo ni siquiera me entiendo. Aún estoy pactando conmigo misma.
Sólo me he muerto dos veces.
Ahora me ha roto en miles de pedazos su relato , no sé lo que tardaré en recogerme.
Sólo deseo que cuando se levante Ud, todo haya sido un mal sueño.

Pelaya.

Mar y ella dijo...

Es una confesión que me arruga el corazón...y cruzare los dedos para que pronto el arcoiris se pose en tu mirada....
Un abrazo inmenso
Mariella

Anónimo dijo...

Ajajajaj
Que gracia... en la terapia de grupo.
La verdad es que (...)
Necesitaré muchas sesiones...?
Pelaya.